jueves, 19 de noviembre de 2009

Después de que Zac se fue.

Una vez que Zac cerro la puerta empezó la tortura.
-Rebecca, puedes decirme que diablos hacías con un chico así?!!!
-Se llama Zac y es mi amigo.
-Tu amigo!!!?!!! -me miraba incrédulo, pero yo no entendía. Que tenia de raro?
-Si, algún problema?
-Es un indigente? En que estabas pensando? Y cuando lo conociste?
-Que tiene que ver lo que eso o no es? Si es buena persona, por que me va a importar su aspecto? Y para tu información, lo conocí ayer en la noche.
Lucia tan exasperado, y yo seguía sin entender...
-Donde tu madre se entere de esto...
-Pero no se va a enterar, entonces, cual es el problema? -le dije mirándolo amenazadormente.
-Es solo que... -suspiro mientras se sentaba en el sillón y se sujetaba la cabeza con las manos.
-Solo que? -le pregunte mientras me sentaba a su lado.
-No viste su aspecto? Y si te llegara a hacer algo? Te juro que lo mato...
-No me va a hacer nada, calmate -le tranquilice y le puse la mano sobre el hombro.
Se me quedo mirando un rato, hasta que...
-Pero que demonios haces aquí? Tendrías que estar metida en la cama! Tienes las mejillas rosadas, tienes fiebre?
-La ultima vez que me probé el termómetro, y a juzgar pro al hora que es, fue hace unas dos horas, tenia casi 40°C.
-Vamos! a la cama, ahora!
-Pareces mi padre.
Me acompaño hasta mi cuarto y se sentó en la silla en la cual se había sentado Zac hasta hace un rato.
-Hablando de padres, como esta el tuyo? -me pregunto.
-Bien, conocía a su esposa, se llama Amelia. Es muy bonita.
-Me alegro. Donde esta ese coso para probarte la fiebre?
-El termómetro? -asintió con la cabeza- En el baño, tercer cajón del lado derecho.
-Perfecto.
Lo fue a buscar y volvió en bastante rápido.
-Ten, pontelo.
Después de que me lo probara Steph llamo a mi mama.
-Laura? Soy Steph.
-........
-No, vine a ver a Becca por que me preocupe hoy.
-........
-Tranquila, no paso nada horroroso.
-.......
-Es que Becca tiene 40°C desde hace dos horas, y no le ha bajado.
-.......
-Bueno, adiós.
Después de que cortara salio de la habitación y volvió al rato con un vaso de agua y unas pastillas.
-Tomatelas, te van a hacer bien, o al menos te bajaran la fiebre.
-En que estabas pensando? -le pregunte mientras tragaba la medicina.
-Es preocupante que tengas tanta fiebre, u madre tenia que saber.
-Si, pero ella esta trabajando y no tiene por que saberlo hasta que llegue!
El no dijo nada y simplemente se sentó en la silla otra vez. Al cabo de un rato me quede dormida.

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Hola chicas! Se que el capitulo no es muy interesante pero el próximo lo va a ser y mucho! (al menos para mi :D).
Bss y comentenn.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Soy pobre, y que?

Adivinen quien lo cuenta! Bss.




Se quedo dormida casi enseguida.
Se veía tan linda así, tan pacifica, parecía un ángel.
No se como, pero no me aburrí en esas dos horas que ella durmió. No me aburría de verla.
Pero ella se despertó cuando alguien toco la puerta.
-Que...? -murmuro, todavía soñolienta.
-No te preocupes, es alguien tocando al puerta. Quieres que abra?
-No gracias, si llega a ser mi mama o mi papa les va a dar un infarto si no soy yo la que la abre.
Solo asentí con mi cabeza mientras ella se levantaba.
-Por cierto, te quedaste aquí todo el rato? Cuanto tiempo dormí? -me pregunto mientras caminabamos.
-Dormiste mas o menos dos horas, y si, me quede aquí mientras dormías.
-Gracias -fue lo único que dijo mientras abría la puerta.
Del otro lado había un chico alto y flaco, de ojos celestes y pelo rubio.
-Rebecca! Quien es el?!
-Tranquilizate, es un amigo -tenia la voz muy ronca, casi afónica.
-Pero que? Becca, que no te das cuenta...
-No, no me doy cuenta -le interrumpió ella-, ahora, vas a pasar o no?
-Claro -dijo el chico mientras entraba.
-Sera mejor que me vaya -dije yo. No encajaba con ellos dos.
-Si tu quieres -dijo ella. El chico parecía enloquecido, tenia pinta de que le iba a dar un ataque si no me iba pronto.
-Nos vemos -le dije antes de salir.
Estuve toda la tarde pensando en ella, y eso que apenas al conocía. Solo sabia que se llamaba Rebecca.
No importaba, no podía sacármela de la cabeza.
Todo el rato en el cual estuve solo anduve deambulando sin rumbo por Berlin, camine por unas plazas en las cuales la gente se alejaba de mi lo mas posible sin ser descorteces.
No me importa, estoy acostumbrado, tenia ganas de gritarles. Si fuera normal no creo que haría lo mismo, esa discriminación no me gustaba en absoluto.
Esa era otra cosa que me gustaba de ella: no me discriminaba por ser quien soy. Siento que puedo ser yo mismo con ella, no tener que ocultarle nada. Tenia el presentimiento que Rebecca era de esas personas que les puedes confiar la vida, y que sabes que no te van a traicionar, pase lo que pase.
Vulgarmente hablando, era un indigente, que no tenia hogar ni dinero para comprarse comida, pero no me importaba. La vida es un regalo del cielo, y hay que aprovecharla al máximo.
Exprimirle todo el jugo posible.
Esta noche volvería a ir a verla. No es normal que a alguien le suba la fiebre tan rápido, y cuando se despertó tenia cara de seguir con la fiebre muy alta. Esta noche me fijaría si seguía bien. O al menos eso esperaba.



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Como veran, puse una foto, y quiero saber que piensan de eso. Les gustaria que pusiera una en cada entrada??

sábado, 14 de noviembre de 2009

En casa, con Zac.

Cuando colgué con Steph mire por la ventana, y a quien no saben que me encontré...
-Zachary, digo Zac, que haces aquí? -le pregunte mientras abría la ventana.
-Solo pasaba por aquí y vine a ver si estabas, por mas que ayer dijiste que tenias colegio... ablando de eso, no tendrías que estar en el colegio?
-Estoy con fiebre, por eso no fui. Quieres pasar?
-Si quieres...
Fui caminando despacio -por que me dolía todo- hasta la puerta y la abrí.
El seguía parado enfrente a al ventana, por lo que le grite:
-Aquí! Te dejo la puerta abierta que hace frió!
El vino corriendo hasta mi y entro, cerrando la puerta a su paso.
-Que linda casa!
-Gracias, tienes hambre?
Su cara lo delataba, por lo que fui directo a la cocina y cogí un plato en el cual puse un poco de cereal y un vaso de leche al lado de este.
-Gracias.
Me sobresalte al oírlo detrás de mi, no lo había escuchado venir.
-De nada.
Se quito el gorro -Que educado- pensé, y empezó a comer. Nuevamente me impresiono lo rápido que comía.
Antes de que pudiera decir algo ya se había terminado el plato de cereales y estaba tomándose al leche.
-Estaba delicioso.
-Me alegro que te haya gustado.
Me miro un rato, y después dijo:
-No es que sea un especialista ni nada de eso, pero te ves horrible.
-Gracias -dije irónicamente.
-No me refiero a eso, sino que tienes una cara terrible, seguro que tienes mucha fiebre.
-No lo se, me la probé hace un rato y tenia 39 algo...
Se quito el guante gris que tenia en la mano, con los dedos cortados, y me toco la frente.
Me quede helada ante ese inesperado contacto físico. Tenia la mano muy tibia para haber estado toda la mañana afuera.
-Probártela de vuelta -me ordeno cariñosamente mientras se volvía a poner el guante.
Suspire. Que mas da, y fui a buscar el termómetro.
Después de probármelo me quede con lo ojos abiertos.
-Volvió a subir!
-Cuanto tenias cuando te la probaste por primera vez?
-38, 5.
-Y la segunda?
-Ya te lo dije, 39 algo...
-Y ahora?
-Casi 40°C -dije seria.
Se quedo callado un momento, mientras me miraba.
-Metete en tu cama ahora, si sigues así vamos a tener que llamar a un medico.
-MÉDICOS NO! Por favor... -le suplique mientras caminaba hacia mi cuarto, seguida por el.
-Eso lo veremos.
Me metí en la cama y el se sentó en al silla de mi escritorio, que había dado vuelta para poder verme la cara.
-Te duele la cabeza, la garganta, algo?
-Lo que tu dijiste y todo el resto del cuerpo.
-Normal, con la fiebre que tienes me procuraría mas de lo que estoy. No es normal que la fiebre suba tanto en tan poco tiempo.
Nos quedamos en silencio un rato, mirándonos a los ojos. Tenia unos ojos preciosos.
-Como es que sabes tanto? -le pregunte- Yo eso lo se pero de escuchar a mama y la televison.
-Si eres como yo, aprendes a sobrevivir, y si te enfermas, tienes que cuidarte solo.
-Y tus padres?
-No tengo.
Me quede shockeada por su respuesta.
-No tienes padres?
Negó con la cabeza.
-Eran como yo, y murieron en una tormenta de nieve muy fea cuando yo tendría 10 años, mas o menos.
-Lo siento.
-No importa -me miro con ternura-, están en un lugar mejor donde sea que estén.
Después de eso me quede dormida, pero me despertó el ruido de alguien tocando al puerta.

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Gracias por los somentarios chicas!! Son la razon por la cual esta historia continua, por mas que no poste muy seguido XD !!

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Impulsos.

Chicas, hace un tiempo hice una encuesta si les gustaría que la historia fuera narrada por otros personajes, y gano el SI, así que este capitulo la va a contar Steph.
Otra cosa: quiero agradecerle a ''Anónimo...'' que siempre comenta todas mis entradas, por mas que no poste muy a menudo. Pero tengo una muy buena excusa: estaba con los examenes finales, pero ya los termine, así que tratare de postear TODOS los días.
Comenten que sus comentarios me alegran e inspiran muchisimo!
Besos y muchas gracias a todas las que me siguen, aunque no sean muchas :P

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Faltaban 3 minutos para que tocara el timbre y ella todavía no había llegado, que raro, siempre llegaba temprano.
De repente veo a Rodriguez acercarse a mi.
-Hey, Steph!
-Que quieres? -trate de ser lo mas amable posible. Ese chico me sacaba de quicio.
-Viste a Becca? No la encuentro por ningún lado.
-Para empezar, no, no la vi, y segundo, para que quieres saber?
-Tengo que hablar con ella.
Suspire. Ese chico no me iba a sacar a mi Becca. No lo iba a hacer.
Me di media vuelta para evitar soltarle alguna grosería y camine hacia la clase, ya que estábamos a punto de entrar. En ese momento suena mi celular.
-Steph? -dijo una voz casi afónica del otro lado del teléfono.
-Becca! Si, que te pasa? Te oyes horrible...
-Estoy con fiebre, peor eso no importa.
-Como que no importa?! Cuanta fiebre tienes?
-Quieres saber? -pregunto, se notaba que no quería decirme.
-Si te lo pregunto es por algo, no? -dije sarcásticamente.
-No uses el sarcasmo, no te queda bien, eres demasiado bueno.
Eso que dijo me hizo sonreír. Seria bueno, pero demasiado solo con ella.
-Esta bien, perdón. Ahora, en que nos habíamos quedado...?
Se quedo en silencio un momento antes de contestar.
-Hoy, cuando mama me probo la fiebre, tenia 38,5.
-38,5??!! -grite. Todos en el pasillo se quedaron viéndome.
-Si eso te asusta mejor no te digo cuanta tengo ahora.
-Me lo dices ya mismo -le ordene, muy serio.
-Me volví a probar el termómetro por que la cabeza me había empezado a doler mucho y tengo 39.7, y sigue subiendo...
Me alarme muchisimo. Rebecca nunca había tenido fiebre tan alta.
-Voy ya mismo a tu casa.
-Ni se te ocurra faltar a clases! Además, necesito que alguien me pase las notas y apuntes mas tarde.
-Esta bien, pero apenas termine el horario escolar voy para tu casa.
-Si no hay mas remedio -dijo, derrotada mientras suspiraba.
En ese momento toco el timbre.
-Escuche el timbre. Vete a clases. Chao.
-Chao, Becca. Te cuidas mucho.
-Si papa. Y colgó. Pero antes de que lo hiciera escuche que decía: ''Zachary! Digo, Zac, que haces aquí?''
Quien seria Zachary? Y por que se la escucho tan contenta cuando dijo eso?
Esas dos preguntas me estuvieron rondando en la cabeza toda la mañana, hasta el almuerzo.
-Hoy te escuche hablar con Rebecca por teléfono, sabes por que no vino? -dijo esa voz que yo odiaba tanto.
-No te importa -le conteste bruscamente. No estaba de ánimos para fingir ser amable.
-Vamos Hoffman, se que no te caigo bien, pero por lo menos dime lo que le paso.
-Primero de todo: FELICITACIONES! Acertaste! Y después, por que te importa tanto lo que le pasa a Becca?
En ese momento me senté en una de las mesas del comedor, y el hizo lo mismo en la misma que yo. Vaya, como lo odiaba.
-Estoy mas que seguro que ella te contó todo, así que no me voy a andar con jueguitos de ninguna clase: me gusta. Por eso me importa.
Estaba furioso, tratando de controlar el impulso de chocar mi puño lo mas fuerte posible en su linda carita.
-Rodriguez, dejame en paz.
-Se que te gusta ella, Hoffman. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta.
Cogí mi bandeja y me fui. No iba a tolerarlo mas.
Tire la comida en al basura y fui hasta mi casillero para coger mi mochila e irme a su casa.