sábado, 26 de diciembre de 2009

Lenguas de Fuego.

Después de que ella se fue me quede solo. Estaba mas que aburrido.
Estas ultimas semanas que habíamos pasado al mayor parte del día juntos, excusando las que ella dormía o estaba con su familia, me habían bastado para darme cuenta de que estaba enamorado de ella.
Lo tenia todo: tenia una personalidad admirable, y Añadir imagenenvidiable, era bonita, muy bonita, inteligente, simpática, gentil, por mas que fuera muy flaca su cuerpo no estaba nada mal, me enseñaba a leer y escribir... Era el ''paquete completo''.
El tiempo se me hacia eterno cuando no estaba con ella, pasaba lento, como si el reloj se hubiera detenido.
Estaba inmerso en mis propios y muy privados pensamientos, cuando alguien toca la puerta.
-Pase -dije.
-Bueno, Zachary, hoy te quitaremos la venda del lado derecho del tórax, te parece bien?
Asentí.
Algo que no le había dicho a Becca: en el momento en el que caí en la calle, rodé unos cuantos metros sobre mi lado derecho, y me había quemado el rose de mi piel contra el asfalto, por lo que tenia una gran quemadura a la altura de las costillas.
Me hicieron acostarme sobre mi lado izquierdo y quitarme la camiseta.
La verdad, me lleve un buen susto cuando quitaron las gasas.
Estaba del color de la carne, aunque la mayor parte estaba cubierta por una costra marrón. Era asqueroso.
-Puede que esto te duela un poco, te vamos a tener que cortar la piel muerta para dejar que la nueva respire y se regenere mas rápido.
-Bueno, igual, tengo alto umbral de dolor... -dije mientras suspiraba.
No importaba cuan alto fuera mi umbral de dolor, eso dolía como el mismo infierno.
Era como si miles de lenguas hechas de fuego me lamieran una a una, muy lento, como si se hubieran puesto de acuerdo para hacerlo muy doloroso.
Habrán estado veinte minutos, media hora, torturandome. Se que no lo hacían de gusto, que era inevitable, aun así, dolía mucho.
Cuando al fin termino, la enfermera se fue y estuve solo mas o menos una hora, que me sirvió para serenarme y calmarme.
-Zac? Estas ahí? -escuche que decía una voz, de campanillas, del otro lado de la puerta.
-Entra!
Una vez adentro, cerro la puerta con cuidado y se sentó a mi lado.
-Mira, Zac... Tengo que decirte algo importante... -dijo con la voz ahogada.
-Anda, dime.
-Me voy a ir a vivir con papa, a Nueva York.
La mire a los ojos fijamente, los mios abiertos como platos.
-Te vas? Me vas a dejar?
Asintió, con la cabeza gacha.
-Igual, voy a venir de visita, por lo que te vería dos veces al año y en las Navidades.
-Es muy poco...
-Lo se, pero es mejor que nada. Bueno, sera mejor que me vaya, es tarde y te y me estarán por traer la cena, así que, nos vemos mañana.
-Eso espero, cuando te vas?
-El 30 de noviembre.
Asentí.
Otra vez esas malditas lenguas de fuego, pero lamiéndome el corazón.
Se iba... Me dejaba...
Como iba yo a sobrevivir el día a día, sin nadie que me hiciera sonreír, pensar o estudiar?

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Pude subir entrada antes de irme!!
Bueno chicas, ahora si. En las proximas 2 semanas nada de entradas.
Comenten mucho y recomienden mi blog, por favor.
Bessoss.
Becca.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Noche Vieja, Navidad y Año Nuevo a todo el mundo!

FELICES FIESTAS A TOD@S y hasta dentro de dos semanas!!!
Besss
Becca.

martes, 22 de diciembre de 2009

30 de noviembre.

Me quede a cuadros. Como que me iba?
No podía, no. No era algo racional. Alemania, Berlin, su gente y cosas eran parte de mi vida, de mi...
La idea de dejarlo nunca se me había siquiera pasado por la cabeza. Yo amaba mi país natal, era mi hogar.
-Por que me tengo que ir? -pregunte secamente.
-Bueno, pues, veras... Cuando tu madre y yo nos divorciamos -dijo papa tratando de cortar el tenso silencio que se había formado por la ausencia de palabras-, llegamos al acuerdo de que cuando cumplieras 14 años vendrías a vivir conmigo, ya que yo pasaba a ser ''dueño'', y perdón por el termino utilizado, de tu custodia.
-Bien, eso es mas razonable. Cuando nos vamos?
Esta vez fue mama la que hablo.
-Te iras el 30 de noviembre a las 9:30am, para llegar a los Estados Unidos al otro día.
Se notaba lo mucho que aborrecía la idea de que me separara de su lado, había sido su niñita toda la vida.
-Y cuando te volveré a ver? -le pregunte, solo a ella.
-La Navidad de este año, no. La próxima.
-Pero es mucho tiempo... -me queje.
-Lo se -intervino papa-. Por eso la vendrás a visitar dos veces antes de eso.
Yo asentí con un silencioso gracias y me acosté en la cama.
Mama se paro y salio de la habitación. Estaba peor que yo.
Me acosté sobre mi lado derecho, dándole la espalda a Amy y papa.
-Luka, sera mejor que nos marchemos. Creo, y lo mas probable es que tenga razón, a juzgar por su postura, que quiere estar sola -le susurro ella a papa.
-Tienes razón -le contesto el, igualmente en susurros.
Se fueron, no sin antes papa darme un beso en al mejilla y Amelia acariciarme tiernamente el brazo.
Tenían razón, quería estar sola.
Estuve mirando por la ventana, sin ver nada en realidad, toda la tarde, hasta que un golpe en al puerta me saco de mi ensimismamiento.
-Pase -dije con la voz ahogada.
-Mira que tu voz no mejora -trato de sonar amistoso.
-Steph, tengo que decirte algo.
-Anda, dime, me estas asustando.
Parecía que la mascara de indiferencia de mi rostro no había funcionado muy bien.
-Yo... Me voy.
-Al fin! Ya era hora, cuanto llevas aquí? Dos semanas?
-No me refiero a eso. Me voy.
-Como que te vas? -su rostro cambio por completo- A donde?
-Me voy a vivir con papa. Mi avión sale el 30 de noviembre.
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Hola chicas! Quería decirles que en estas dos futuras semanas no voy a poder subir entradas por que me voy de vacaciones, pero les aseguro que cuando vuelva, va a ser con toda!
Una pequeña trivialdad: el color del ojo de la foto es igual al de Becka.
Besos y comente muchoo!!

Los TRES

Los siguientes días fueron todos muy parecidos.
Yo visitaba a Zac todos los días, y a el esto parecía gustarle. También había empezado a enseñarle el abecedario. Era muy inteligente, brillante. En menos de tres días se lo aprendió completo, sin saltarse ninguna letra ni nada.
Antes de que me diera cuenta ya habían pasado dos semanas desde el día que me internaron y ya estaba casi bien. Me daban el alta en cuatro días.
Zac había mejorado mucho. Ya no tenia el ojo morado y los cortes estaban empezando a cicatrizar. Le habían quitado al venda de la frente una noche, por lo cual al otro día, cuando lo fui a visitar pegue un grito de la impresión: sin la venda se podía ver un gran y horrible corte que le ocupaba media frente. Le habían dado puntos, por lo cual se veía la sutura.
Faltaban dos días para mi alta. Ya podía desplazarme sola. Mama no tenia que llevarme a ningún lado, aunque aveces insistía.
-Me dan el alta en dos días -le dije a Zac como quien no quiere la cosa.
-Que?! Me voy a quedar solito... -y puso su cara de perrito mojado con la cual se veía muy lindo.
-No te preocupes. Te vendré a visitar siempre que pueda.
-Gracias -y me dedico esas sonrisas suyas que me dejaban paralizada por una milésima de segundo, nadie se daba cuenta. Por suerte.
Estuvimos hablando un rato de cosas sin importancia.
-Sabias que te vez muy bien en pijama?
-En pijama? -dije viendo mi viejo pantalón de chandal gris y la remera de I ♥ NY que había conseguido en una de las visitas a mi padre- Estas bromeando -me reí.
-No, no es broma -dijo muy serio.
Yo alce la cejas y lo mire con incredulidad.
En ese momento, gracias al Cielo, nos interrumpió una enfermera. El silencio que había suplantado a nuestra charla era de lo mas incomodo.
-Disculpa cariño, eres la hermana de Zachary?
-No, por que? -no teníamos ninguna clase de parentesco, que yo supiera. Los dos nos quedamos mirándola incrédulos.
-Es que son parecidos. Tienen algo que los hace similares.
Ninguno dijo nada mientras la enfermera chequeaba todo.
Una vez que al enfermera se fue, entro mama.
-Hola Zac, veo que estas mejor -mama ya se había acostumbrado a la idea de que fuera amiga de el, hasta le caía bien-, Beck, tu papa esta en la habitación. Quiere verte. Tenemos que decirte algo importante.
Estaba muy seria, y parecía que lamentara aquello con toda su alma.
Caminamos en silencio, ya que tenia miedo de lo que pudiera oír, hasta al habitación.
Una vez allí, después de que papa y Amy me abrazaran y todo eso, me sentaron en el borde de la cama, mama a mi lado, y ellos dos en el sofá.
-Mira, Becca... -comenzó papa- Nos vamos.
-No vas a estar aquí para mi cumpleaños? Falta menos de una semana!
-No, no, nada de eso. Claro que estaremos para tu cumpleaños, es solo que, nos vamos los tres.
Mama me miraba con los ojos llenos de lágrimas, aunque trataba de disimularlo. Amelia estaba muy incomoda allí, se notaba que de ser por ella, estaría afuera, dándonos privacidad.
-Tres? Amelia esta embarazada?!
-No, no, por Dios. No -salto ella-. Tu padre se refiere a nosotros dos, y... tu.

lunes, 21 de diciembre de 2009

El accidente.

Daba miedo. Estaba hecho una pena.
Tenia una venda ensangrentada cubriéndole la frente y un ojo morado, la pierna derecha enyesada y el brazo del mismo lado en cabestrillo, sin mencionar los millones de cortes y cardenales que tenia visibles.
-Zac! Como estas? -me pareció una pregunta estúpida, ya que estaba mas que claro que no estaba bien, pero aun así fue la única que pude formular.
-Bien, sin contar que casi muero aplastado por un auto, perfectamente -dijo sonriendo. Como hacia para estar siempre de buen humor?
-Y tu? Por que estas aquí? -me pregunto.
-Tengo neumonía. Pero no es grave.
Con un gesto de la mano izquierda, que por mas que no estaba en cabestrillo, estaba vendada y con la vía intravenosa, me indico que me sentara en el sillón de al lado de su cama.
Hablamos de todo un poco: de mi enfermedad, de que había estado haciendo estos días, de como me encontraba yo, y del accidente...
-Como fue que te paso esto? -le pregunte mientras le acariciaba la parte no vendada de su mano.
Suspiro, y comenzó, tenia toda la pinta de ser una conversación algo larga.
-Estaba cruzando la calle para llegar a tu casa, quería ver si te estabas ahí, ya que en estos días últimos te haba ido a visitar y no había nadie.
Me miro con ojos tiernos un momento y luego continuo.
No se si lo sabes, pero le otro día llovió muy fuerte, y hacia mucho frió, entonces el agua se congelo en las calles -asentí-. Entonces, cuando yo estaba atravesando la calle, el automovil salio de la nada y me embistió de golpe. Nunca, en mi vida, nunca, había sentido tanto dolor como cuando me pego ese vehículo. Y mira que te lo digo yo, un indigente. Como te abras dado cuenta, me embistió por el lado derecho -añadió mostrándome el brazo en cabestrillo y la pierna enyesada-. Volé, hablando de la forma mas literal que te puedas imaginar, por los aires, y el auto que me golpeo se dio contra un poste de luz, por lo cual se le rompieron todos los cristales y me callerón todos arriba. Sentí como si miles de nimias navajas me cortaran la piel, una por una, concentrándose en cortarme cada una mas lenta y dolorosamente que la anterior, sentía moraduras y machucones por todo el cuerpo. Cuando, de repente, deje de sentir dolor. Ahí debió de haber sido cuando perdí la consciencia, por la perdida de sangre... -dijo, pensativo, con la mirada perdida, imaginando cosas que yo nunca llegaría a ver o sentir; gracias a Dios.
Me llamo la atención que mama no nos hubiera interrumpido en toda la tarde. Capaz que todavía no había digerido el tema de que yo fuera amiga de un indigente, o estuvo todo el tiempo ensimismada con nuestras historias.
-Me alegro que estés bien -le sonreí-, sinceramente. Es tarde, y no es que yo este en perfectas condiciones, así que es mejor que vuelva para mi habitación -añadí, bostezando.
-Tienes razón, perdón por haberte retenido tanto tiempo.
-Nada de eso, fue fascinante, aunque todo esto de fascinante no tiene nada. Te gustaría que mañana te viniera a visitar otra vez?
-Claro, todas las veces que quieras -dijo mientras asentía.
-Bueno, en ese caso -le dijo yo mientras mamá me ayudaba a pararme-, hasta mañana.
-Que descanses.

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Chicas, gracias por comentar, aunque los comentarios sean pocos :P, y gracias a todas las que me siguen. Me gustaría pedirles que le pasaran el blog a sus amig@s así ellos lo pasan y así sucesivamente.
Con respecto a las frases mal dichas por Zac, es por gusto, no se preocupen.
Gracias por estar ahí, son la razón por la cual, este blog sigue.
Bsss. Beck.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Explicación.

No lo podía creer. Zac! Justo tenía que ser Zac!
Por suerte -no hacia mucho me habían pasado calmantes por la vía- los farmacos empezaron a hacer efecto, y, al final, me entregue a esa inofensiva y calma inconsciencia, donde nada ni nadie podían herirme.
-Beba, despierta -escuche que susurraba mama-. Beba... Beba... -me sacudió suavemente el hombro.
-Que pasa? -le pregunte medio dormida.
-Alguien vino a verte- dijo con una sonrisa.
Dio un paso al costado y dejo al descubierto el preocupado rostro de papa y Amy.
-Rebecca, oh Dos mio! Estas bien? -practicamente que grito papa, mientras se acercaba con las manos revoloteando para todos lados.
-Estoy bien, no te preocupes.
-Que vas a estar bien? Solo escuchate! Te oyes horrible!
-He escuchado eso bastante seguido ultimamente -resople.
En eso se acerco Amy, que había estado callada hasta ese momento. Llevaba unos pantalones negros con una camisa blanca y tacones negros.
-Luka, calmate -le dijo mientras le ponía la mano sobre el hombro-. La preocupas mas así. No la ves de lo mas tranquila?
-Cierto -respiro hondo-, perdoname Becca.
Yo solo negué con la cabeza, mostrándole que no importaba.
Estuvo mas o menos tres horas, hablando con los médicos o mama.
Durante esas tres horas yo estaba que no aguantaba mas. Necesitaba saber como estaba Zac.
Cuando papa al fin se fue -no sin antes prometer que volvería- mama y yo nos quedamos a solas.
-Mama, podríamos ir a dar un paseo? No me gusta estar tanto rato quieta.
-Beba... Te tuvieron que llevar en silla de ruedas a todos lados estos últimos dos días.
-No me importa -podía ser tan testaruda, mama lo llamaba virtud, por que era tesonera y siempre conseguía lo que quería, pero para mi era un defecto-, necesito mover el esqueleto...
Entonces mama, mientras me ayudaba a levantarme y se ocupaba de que no me enredara con los cables, me pregunto:
-Becca, quien era el chico del telediario? Dijiste que lo conocías... No sera por eso que quieres ir a dar una vuelta?
-No te voy a mentir, a las dos preguntas es Si.
-De donde lo conoces?
Para ese entonces ya estábamos cruzando al puerta. Se sentía tan bien poder caminar, por mas que tuviera que sostenerme del brazo de mama, era lo mejor.
-No te enfades, por favor...
Me miro con suspicacia, pero asintió, prometiendo que no lo haría.
-Recuerdas el día que llego papa? -volvio asintió-, bueno, cuando yo llegue a casa, leí tu nota y fui hasta la cocina a buscar mi cena. No tenia hambre, por lo cual salí para afuera y se la di a un indigente que pasaba por ahí. Resulto ser un chico un año mayor que yo de lo mas agradable. Charlamos hasta las 11:30pm.
Mama no daba crédito a sus oídos. Había sido inteligente al no haberle dicho nada...
-Ahí creo que fue cuando me enferme -murmure, mas para mi misma que para ella.
Ya habíamos llegado a la recepción y pregunte por la habitación del chico embestido hoy en la tarde.
-Se encuentra en la habitación 328 -me contesto la recepcionista.
-Gracias.
Cuando toque a la puerta, la voz que tanto anhelaba escuchar me dijo que pasara. Su voz sonaba firme y sin un solo punto de debilidad. Era un chico fuerte.
Cuando abrí la puerta y le vi, pro poco me desmayo.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Sii! y Noo!

Después de un rato, mama entro, seguida por Bella.
-Rebecca, ahora iremos al área de pediatría para hacerte los típicos examenes, okay? -me pregunto la segunda.
Yo solo asentí y Steph me miro con preocupación. Le sonreí para que no se preocupara.
Me volvieron a sentar en una silla de ruedas y me pasearon por todo el hospital hasta llegar a pediatría.
La sala donde me hacían todas las cosas era toda blanca, con muchos cuadros con dibujos. Bella me dijo que era para que los niños pequeños no se asustaran cuando le pregunte.
Medirme y pesarme no tomo mucho tiempo, 20 minutos, máximo.
Cuando volvimos a la habitación me sorprendí por las caras de mama y Steph.
-Que ocurre? -les pregunte al no entender sus caras de alivio y felicidad.
-Llegaron los resultados de tus radiografías -me explico Laura.
-Y..? -les volví a preguntar, expectante.
-Por mas que hayas tosido sangre, no es tan grave como parece. Tienes el pulmón izquierdo un poco hinchado, pero dentro de una semana podremos irnos a casa -dijo mama con una gran sonrisa.
Yo solo pude dedicarles la sonrisa mas grande que me permitio la boca.
Me acostaron en la cama de vuelta y ahí fue cuando a mama se le transformo el rostro.
-Sra. Friedman...
-Hoppkens -la corrigió ella. Sabia que no le gustaba que la llamaran por su apellido de casada.
-Bien. Sra. Hoppkens, aquí tengo los resultados de Rebecca, los de pediatría. Lamento decirles que no son muy satisfactores...
Todos la miramos tensos, esperando.
-Mide un metro cincuenta y cuatro, que esta perfecto para su edad, pero lo que me preocupa es su peso. El resultado de la balanza fue treinta y cuatro, y eso que esta con las vías, suero y esas cosas, que serán como un kilo mas.
Mama me miro preocupada por un rato, hasta que dijo:
-Rebecca, tendrás que engordar de alguna forma, no es sano para ti.
No le conteste ni dije nada, me limite a mirar por la ventana.
En eso escuche que la enfermera salia de la habitación y mama le decía a Steph que se fuera para su casa, que era tarde.
Cuando estuvimos solas, mama se sentó a mi lado y se le escapo una lágrima.
Nunca la había visto llorar.
-Mama, que pasa? -le pregunte mientras le cogía la mano.
-Muchas cosas -fue su respuesta, y por el tono de su voz supe que no iba a decir mas nada
El silencio era muy incomodo, por lo cual prendí la TV. Y justo estaba en el canal del telediario.
''Hoy en la tarde una indigente fue embestido por un auto que había perdido el control por el hielo en las calles'' decía la periodista.
En ese momento mostraron una foto del accidente, y otra del indigente embestido.
-NO! NO PUEDE SER! -grite yo, aunque tenia la voz tan maltratada que se escucho como cuando alguien habla normalmente.
-Becca! Que pasa?
-Ese chico, el de la television. Lo conozco -le dije con los ojos llenos de lágrimas.
''En este momento el joven embestido esta en estado critico en el hospital central de Berlin'' siguió informando la mujer de la TV.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Solo quiero que seas mi mejor amigo, para siempre...

Neumonía: Inflamación del pulmón. La mayoría de los casos son causados por infección por bacterias o virus, y algunos casos se deben a la inhalación de sustancias químicas o traumatismo de la pared del tórax.

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Estaba asustada; no tenia la mas minima idea de lo que me iban a hacer.
En eso aparecio una enfermera de aspecto bastante joven y muy agradable, la misma que habia estado hoy en la habitacion conmigo apenas llegue.
-Rebecca, ahora te llevaremos a la sala de cirugias, pero no te preocupes, no te vamos a operar -añadio cuando vio la expresion de mi rostro-, es que alli estan las maquinas para sacarte la radiografia de la caja toracica o del torax.
En ese momento em tranquilice. Ya me habian operado una vez cuando niña, de apendicitis, y no habia salido nada bien. Los puntos de sutura se habian desprendido y se me habia abierto la herida. No queria que me volvieran a pinchar, abrir o coser.
Tomarme las placas habra llevado tres cuartos de hora. El hombre a cargo me dijo que los resultados estarian dentro de un rato, asi que la enfermera que me ''calmaba'' me llevo en una silla de ruedas hasta la habitacion de vuelta. Cuando entre:
-Becca! Oh por Dios! Estas bien?! -preguntaron mama y Steph al mismo tiempo.
-Estoy bien, tranquilos -susurre.
Entre Steph y la enfermera me trasladaron a la cama, aunque creo que la enfermera, que era bastante delgada, lo pudiera haber hecho sola. Estaba muy flaca.
-Dentro de media hora te llevare a la area de pediatria para poderte medir, pesar, etc. -me informo ella. En ese momento em di cuanta de que no sabia su nombre.
-Antes de irte, podrias decirme tu nombre? Si vas a atenderme los proximos dias, me gustaria saberlo -le pregunte, afonica. No habia forma de que mi voz mejorara. Ni siquiera los tecitos magicos de mama, que en realidad eran de miel y limon, habian funcionado.
-Claro. Mi nombre es Annabella, pero puedes llamarme Bella -dijo con una sonrisa.
-Igual que la de la saga de libros Crepúsculo! -trate de hablar, pero apenaz pude formar un patetico susurro.
-No se de lo que me hablas, pero trata de no hablar -me aconsejo-, no te oyes nada bien.
Enarque una seja como diciendo >>Enserio? No lo haba notado...<<, pero volví a mi antigua expresión en cuanto vi el rostro de mama.
En cuanto Bella se fue, empezó el interrogatorio de Steph.
-Rebecca, que te pasa?
-Tengo neum...
-No hables, escribe -me interrumpió mientras me entregaba un cuaderno y un boli.
-Tengo neumonía.
-Desde cuando?
-No lo se. Tengo que esperar a los resultados de las radiografias.
-No puedes imaginarte lo preocupado que estaba -susurro mientras me besaba la frente.
En ese momento los 2 dos nos volteamos al escuchar el ruido de una silla al moverse.
-Mejor los dejo solos... -dijo mama en un tono que no me pareció nada gracioso. Ya halaría con ella seriamente cuando pudiera hablar otra vez...
Nos quedamos solos, en silencio.
El poso su cabeza en mi almohada y yo pose la mía junto a la de el. Y luego me cogió la mano. Trate de apretarsela, pero fue tan débil que creo que ni lo debe de haber sentido.

En ese momento unas lágrimas silenciosas comenzaron a caer por mis mejillas. No eran muchas, pero bastaron para que Steph las notara.
-Que anda mal? -pregunto tiernamente, tratando de obviar el gran problema que apenas comenzaba.
-Estoy asustada -escribí.
-Al fin una reacción normal. Tu madre me dijo que te habías alterado lo menos imprescindible cuando te lo dijeron.
-No estoy asustada por mi, si no por mama. Si no llego a salir de esta, que pasara con ella?
-Y por que no saldrías de esta? -me pregunto con la voz muy contenida. Se ve que lo que le dije lo cogió con la guarda baja.
-Empecé a toser sangre, y por si no lo sabias, cuando toses sangre es cuando estas en una de las fases mas avanzadas -le explique.
-Y como es que tu sabes eso?
-Libros.
-Saldrás de esto, tu tranquila... -me susurro al oído, y se le escapo una lágrima, aunque estaba segura de que era muy orgulloso para admitirlo.
-Te quedaras conmigo?
-Todo el tiempo que necesites, para lo que me necesites...
-Entonces, además de ser mi mejor amigo, también seras mi doctor -y le dedique una sonrisa.
-Seré cualquier cosa que quieres que sea...
Después de eso me quede dormida junto a su cabeza. Lo quería tanto... Pero del modo que solo se puede querer a aquella persona que sabes que siempre estará para ti no importa lo que pase, del modo que se quiere a un mejor amigo...

domingo, 6 de diciembre de 2009

Todo por culpa de la tos.

La verdad, que me sentí muy sorprendida cuando mama me dijo eso, pero no sorprendida por mi enfermedad, si no por mi extraña reacción al problema.
-Ah, esta bien. Tengo que telefonear a Steph, y si ve a Zac que le digo que no voy a estar en casa por un rato...
-Becca, estas bien? Entendiste lo que dije? -me pregunto Laura, muy preocupada.
-Te entendí perfectamente -dije con la vos, afónica, demasiado calma para la situación.
-No estas asustada?
-De que sirve asustarse de algo que no podemos evitar? Lo hecho, hecho esta. No podemos revertir nada.
Mama se quedo a cuadros, presumí que por mi razonamiento.
No dijo mas nada y me tendió mi móvil, que se lo había pedido anteriormente.
-Ten -dijo con la voz contenida.
Marque el numero de Steph, y atendió enseguida.
-Beck! Donde estas?! Te he estado llamando estos últimos días y no cogías el móvil!
-Tranquilo, estoy bien -pero al ver la cara de mi madre, rectifique-, bueno, no bien del modo que una persona puede estar.
-De que estas hablando? Donde estas? -volvió a preguntarme.
-Estoy en la habitación 204 del hospital.
-...
-Steph, estas...
-No hables, te escuchas horrible. Voy para allá -me interrumpió, con la voz mucho mas severa que antes.
Y colgó.
-Mam... -y no pude terminar por que empecé a toser muy fuerte, y como me habían enseñado cuando era niña, me cubrí la boca con la mano. Al retirarla, vi que estaba salpicada con un liquido rojo.
-Que pasa, Beba?
La mira a los ojos y le enseñe la mano.
-Oh por Dios! Rebecca, dime la verdad, tu duele algo?
-La cabeza y la garganta, ah, y me cuesta un poco respirar.
No me contesto ni me dijo nada, solo apretó un pequeño botón rojo que estaba al lado de mi cama, y me dijo que era para llamar a la enfermera cuando el pregunte.
Entro enseguida, y cuando mama le contó lo de la tos con sangre, sus ojos se abrieron como platos y salio de la habitación, pero volvió enseguida con varias personas mas.
Algunas personas empezaron a chequear mi pulso y respiración, mientras otras chequeaban las maquinas a las cuales me tenían conectada.
Y como las cosas no podían ser peor, en ese momento Steph entro a la habitación.
-Rebecca! Que te pasa?! -me pregunto muy alarmado.
-Lamento mucho decirle esto, joven, pero tendrá que retirarse -le contesto el medico a cargo antes que yo pudiera decir algo.
-No pienso irme de aquí hasta que sepa que es lo que pasa.
-Esta bien, la Srita. Friedman tiene neumonía y tendremos que llevara al Departamento de Cirugía por que empezó a toser sangre y notamos la presencia de fluido en sus pulmones -el doctor dijo eso tan rápido que no entendí muy bien hasta que me transportaron a una camilla móvil, mi madre empezó a llorar y Steph la abrazaba para consolarla.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Que tengo que?!?!

Como la fiebre no bajaba, mama se preocupo mas de lo que estaba y llamo al medico.
El dijo que podía a llegar a ser apendicitis, entonces me internaron.
Papa me llamo preocupado, ya que no sabia nada de esto por que se había ido a recorrer otras ciudades alemanas con su mujer, diciendo que volvía ya mismo.
Me levaron hasta el hospital en una ambulancia, aunque, gracias a Dios, con las sirenas apagadas.
Yo estaba medio ida, me dolía todo, pero alcancé a escuchar la charla de mama con en medico.
-Siempre fue así de flaca? -le pregunto el hombre a ella.
-Si, no puedo conseguir que engorde. Lo he probado todo, creame. Hasta llegue a meterle algunas vitaminas a sus alimentos sin que ella supiera... Pero nada funciono -se lamento.
Se me corto la espiración por un segundo; me había estado medicando a escondidas? Eso si que no me lo esperaba. Yo creía que era una chica madura, a la que se le podían contar las cosas sin que armara un escandalo.
-Usted es delgada también, capaz que es genético.
-No era tan flaca de chica, pero su estado me preocupa. Y en estos últimos cinco días apuesto a que bajo mas de un kilo...
-Esta hace cinco días así?!- pregunto el enfermero con tono de incredulidad.
-Si, pensé que se curaría, pero...
En ese momento llegamos al hospital.
Me llevaron en una silla de ruedas -fue horrible, todos me miraban- hasta una habitación. Una vez allí me acostaron en una cama toda blanca con unos aparatos a los costados.
En ese momento empecé a toser mas fuerte de lo que lo había hecho en estos últimos días.
-Becca, estas bien? -me pregunto mama.
-Perfectamente -tos-, no te preocupes -y volví a toser.
Le habia mentido, no estaba bien, el dolor de cabeza y garganta me mataban. Sentía como si miles de antorchas me quemaran una por una, lenta y dolorosamente.
En eso entro una mujer joven, de pelo castaño claro y ojos oscuros, vestida toda de blanco, por lo que máxime que seria una enfermera.
-Hola querida, como es tu nombre?
-Rebecca -le conteste, afónica.
-Bien, Rebecca -dijo mientras escribía algo en una libreta, esa mujer de ahí es tu mama? -volvió a preguntarme señalando con la cabeza a Laura.
Asentí.
Bien, ahora te haremos unos examenes para saber que es lo que tienes -me informo con una sonrisa.
Yo solo pude asentir nuevamente.
Después de que me hicieran todos los examenes estuvimos esperando media hora, hasta que llamaron a mama.
Cuando volvió, estaba blanca como la tiza, y con ella entraron otras enfermeras que me conectaron una vía en el brazo derecho, en el pliegue del codo, para ser exactos, y otra en la muñeca izquierda.
-Mama, que esta pasando? - le pregunte en susurros, asustada.
-Tienes neumonía -me contesto en susurros.

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Chicas, perdonn!! Se que les dije que el cap iba a ser super interesante, pero no pude escribirlo por que tenia que haber una expoliación para lo que pasara!!
Perdonnnnnn
Besoss, Becca.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Después de que Zac se fue.

Una vez que Zac cerro la puerta empezó la tortura.
-Rebecca, puedes decirme que diablos hacías con un chico así?!!!
-Se llama Zac y es mi amigo.
-Tu amigo!!!?!!! -me miraba incrédulo, pero yo no entendía. Que tenia de raro?
-Si, algún problema?
-Es un indigente? En que estabas pensando? Y cuando lo conociste?
-Que tiene que ver lo que eso o no es? Si es buena persona, por que me va a importar su aspecto? Y para tu información, lo conocí ayer en la noche.
Lucia tan exasperado, y yo seguía sin entender...
-Donde tu madre se entere de esto...
-Pero no se va a enterar, entonces, cual es el problema? -le dije mirándolo amenazadormente.
-Es solo que... -suspiro mientras se sentaba en el sillón y se sujetaba la cabeza con las manos.
-Solo que? -le pregunte mientras me sentaba a su lado.
-No viste su aspecto? Y si te llegara a hacer algo? Te juro que lo mato...
-No me va a hacer nada, calmate -le tranquilice y le puse la mano sobre el hombro.
Se me quedo mirando un rato, hasta que...
-Pero que demonios haces aquí? Tendrías que estar metida en la cama! Tienes las mejillas rosadas, tienes fiebre?
-La ultima vez que me probé el termómetro, y a juzgar pro al hora que es, fue hace unas dos horas, tenia casi 40°C.
-Vamos! a la cama, ahora!
-Pareces mi padre.
Me acompaño hasta mi cuarto y se sentó en la silla en la cual se había sentado Zac hasta hace un rato.
-Hablando de padres, como esta el tuyo? -me pregunto.
-Bien, conocía a su esposa, se llama Amelia. Es muy bonita.
-Me alegro. Donde esta ese coso para probarte la fiebre?
-El termómetro? -asintió con la cabeza- En el baño, tercer cajón del lado derecho.
-Perfecto.
Lo fue a buscar y volvió en bastante rápido.
-Ten, pontelo.
Después de que me lo probara Steph llamo a mi mama.
-Laura? Soy Steph.
-........
-No, vine a ver a Becca por que me preocupe hoy.
-........
-Tranquila, no paso nada horroroso.
-.......
-Es que Becca tiene 40°C desde hace dos horas, y no le ha bajado.
-.......
-Bueno, adiós.
Después de que cortara salio de la habitación y volvió al rato con un vaso de agua y unas pastillas.
-Tomatelas, te van a hacer bien, o al menos te bajaran la fiebre.
-En que estabas pensando? -le pregunte mientras tragaba la medicina.
-Es preocupante que tengas tanta fiebre, u madre tenia que saber.
-Si, pero ella esta trabajando y no tiene por que saberlo hasta que llegue!
El no dijo nada y simplemente se sentó en la silla otra vez. Al cabo de un rato me quede dormida.

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Hola chicas! Se que el capitulo no es muy interesante pero el próximo lo va a ser y mucho! (al menos para mi :D).
Bss y comentenn.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Soy pobre, y que?

Adivinen quien lo cuenta! Bss.




Se quedo dormida casi enseguida.
Se veía tan linda así, tan pacifica, parecía un ángel.
No se como, pero no me aburrí en esas dos horas que ella durmió. No me aburría de verla.
Pero ella se despertó cuando alguien toco la puerta.
-Que...? -murmuro, todavía soñolienta.
-No te preocupes, es alguien tocando al puerta. Quieres que abra?
-No gracias, si llega a ser mi mama o mi papa les va a dar un infarto si no soy yo la que la abre.
Solo asentí con mi cabeza mientras ella se levantaba.
-Por cierto, te quedaste aquí todo el rato? Cuanto tiempo dormí? -me pregunto mientras caminabamos.
-Dormiste mas o menos dos horas, y si, me quede aquí mientras dormías.
-Gracias -fue lo único que dijo mientras abría la puerta.
Del otro lado había un chico alto y flaco, de ojos celestes y pelo rubio.
-Rebecca! Quien es el?!
-Tranquilizate, es un amigo -tenia la voz muy ronca, casi afónica.
-Pero que? Becca, que no te das cuenta...
-No, no me doy cuenta -le interrumpió ella-, ahora, vas a pasar o no?
-Claro -dijo el chico mientras entraba.
-Sera mejor que me vaya -dije yo. No encajaba con ellos dos.
-Si tu quieres -dijo ella. El chico parecía enloquecido, tenia pinta de que le iba a dar un ataque si no me iba pronto.
-Nos vemos -le dije antes de salir.
Estuve toda la tarde pensando en ella, y eso que apenas al conocía. Solo sabia que se llamaba Rebecca.
No importaba, no podía sacármela de la cabeza.
Todo el rato en el cual estuve solo anduve deambulando sin rumbo por Berlin, camine por unas plazas en las cuales la gente se alejaba de mi lo mas posible sin ser descorteces.
No me importa, estoy acostumbrado, tenia ganas de gritarles. Si fuera normal no creo que haría lo mismo, esa discriminación no me gustaba en absoluto.
Esa era otra cosa que me gustaba de ella: no me discriminaba por ser quien soy. Siento que puedo ser yo mismo con ella, no tener que ocultarle nada. Tenia el presentimiento que Rebecca era de esas personas que les puedes confiar la vida, y que sabes que no te van a traicionar, pase lo que pase.
Vulgarmente hablando, era un indigente, que no tenia hogar ni dinero para comprarse comida, pero no me importaba. La vida es un regalo del cielo, y hay que aprovecharla al máximo.
Exprimirle todo el jugo posible.
Esta noche volvería a ir a verla. No es normal que a alguien le suba la fiebre tan rápido, y cuando se despertó tenia cara de seguir con la fiebre muy alta. Esta noche me fijaría si seguía bien. O al menos eso esperaba.



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Como veran, puse una foto, y quiero saber que piensan de eso. Les gustaria que pusiera una en cada entrada??

sábado, 14 de noviembre de 2009

En casa, con Zac.

Cuando colgué con Steph mire por la ventana, y a quien no saben que me encontré...
-Zachary, digo Zac, que haces aquí? -le pregunte mientras abría la ventana.
-Solo pasaba por aquí y vine a ver si estabas, por mas que ayer dijiste que tenias colegio... ablando de eso, no tendrías que estar en el colegio?
-Estoy con fiebre, por eso no fui. Quieres pasar?
-Si quieres...
Fui caminando despacio -por que me dolía todo- hasta la puerta y la abrí.
El seguía parado enfrente a al ventana, por lo que le grite:
-Aquí! Te dejo la puerta abierta que hace frió!
El vino corriendo hasta mi y entro, cerrando la puerta a su paso.
-Que linda casa!
-Gracias, tienes hambre?
Su cara lo delataba, por lo que fui directo a la cocina y cogí un plato en el cual puse un poco de cereal y un vaso de leche al lado de este.
-Gracias.
Me sobresalte al oírlo detrás de mi, no lo había escuchado venir.
-De nada.
Se quito el gorro -Que educado- pensé, y empezó a comer. Nuevamente me impresiono lo rápido que comía.
Antes de que pudiera decir algo ya se había terminado el plato de cereales y estaba tomándose al leche.
-Estaba delicioso.
-Me alegro que te haya gustado.
Me miro un rato, y después dijo:
-No es que sea un especialista ni nada de eso, pero te ves horrible.
-Gracias -dije irónicamente.
-No me refiero a eso, sino que tienes una cara terrible, seguro que tienes mucha fiebre.
-No lo se, me la probé hace un rato y tenia 39 algo...
Se quito el guante gris que tenia en la mano, con los dedos cortados, y me toco la frente.
Me quede helada ante ese inesperado contacto físico. Tenia la mano muy tibia para haber estado toda la mañana afuera.
-Probártela de vuelta -me ordeno cariñosamente mientras se volvía a poner el guante.
Suspire. Que mas da, y fui a buscar el termómetro.
Después de probármelo me quede con lo ojos abiertos.
-Volvió a subir!
-Cuanto tenias cuando te la probaste por primera vez?
-38, 5.
-Y la segunda?
-Ya te lo dije, 39 algo...
-Y ahora?
-Casi 40°C -dije seria.
Se quedo callado un momento, mientras me miraba.
-Metete en tu cama ahora, si sigues así vamos a tener que llamar a un medico.
-MÉDICOS NO! Por favor... -le suplique mientras caminaba hacia mi cuarto, seguida por el.
-Eso lo veremos.
Me metí en la cama y el se sentó en al silla de mi escritorio, que había dado vuelta para poder verme la cara.
-Te duele la cabeza, la garganta, algo?
-Lo que tu dijiste y todo el resto del cuerpo.
-Normal, con la fiebre que tienes me procuraría mas de lo que estoy. No es normal que la fiebre suba tanto en tan poco tiempo.
Nos quedamos en silencio un rato, mirándonos a los ojos. Tenia unos ojos preciosos.
-Como es que sabes tanto? -le pregunte- Yo eso lo se pero de escuchar a mama y la televison.
-Si eres como yo, aprendes a sobrevivir, y si te enfermas, tienes que cuidarte solo.
-Y tus padres?
-No tengo.
Me quede shockeada por su respuesta.
-No tienes padres?
Negó con la cabeza.
-Eran como yo, y murieron en una tormenta de nieve muy fea cuando yo tendría 10 años, mas o menos.
-Lo siento.
-No importa -me miro con ternura-, están en un lugar mejor donde sea que estén.
Después de eso me quede dormida, pero me despertó el ruido de alguien tocando al puerta.

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Gracias por los somentarios chicas!! Son la razon por la cual esta historia continua, por mas que no poste muy seguido XD !!

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Impulsos.

Chicas, hace un tiempo hice una encuesta si les gustaría que la historia fuera narrada por otros personajes, y gano el SI, así que este capitulo la va a contar Steph.
Otra cosa: quiero agradecerle a ''Anónimo...'' que siempre comenta todas mis entradas, por mas que no poste muy a menudo. Pero tengo una muy buena excusa: estaba con los examenes finales, pero ya los termine, así que tratare de postear TODOS los días.
Comenten que sus comentarios me alegran e inspiran muchisimo!
Besos y muchas gracias a todas las que me siguen, aunque no sean muchas :P

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Faltaban 3 minutos para que tocara el timbre y ella todavía no había llegado, que raro, siempre llegaba temprano.
De repente veo a Rodriguez acercarse a mi.
-Hey, Steph!
-Que quieres? -trate de ser lo mas amable posible. Ese chico me sacaba de quicio.
-Viste a Becca? No la encuentro por ningún lado.
-Para empezar, no, no la vi, y segundo, para que quieres saber?
-Tengo que hablar con ella.
Suspire. Ese chico no me iba a sacar a mi Becca. No lo iba a hacer.
Me di media vuelta para evitar soltarle alguna grosería y camine hacia la clase, ya que estábamos a punto de entrar. En ese momento suena mi celular.
-Steph? -dijo una voz casi afónica del otro lado del teléfono.
-Becca! Si, que te pasa? Te oyes horrible...
-Estoy con fiebre, peor eso no importa.
-Como que no importa?! Cuanta fiebre tienes?
-Quieres saber? -pregunto, se notaba que no quería decirme.
-Si te lo pregunto es por algo, no? -dije sarcásticamente.
-No uses el sarcasmo, no te queda bien, eres demasiado bueno.
Eso que dijo me hizo sonreír. Seria bueno, pero demasiado solo con ella.
-Esta bien, perdón. Ahora, en que nos habíamos quedado...?
Se quedo en silencio un momento antes de contestar.
-Hoy, cuando mama me probo la fiebre, tenia 38,5.
-38,5??!! -grite. Todos en el pasillo se quedaron viéndome.
-Si eso te asusta mejor no te digo cuanta tengo ahora.
-Me lo dices ya mismo -le ordene, muy serio.
-Me volví a probar el termómetro por que la cabeza me había empezado a doler mucho y tengo 39.7, y sigue subiendo...
Me alarme muchisimo. Rebecca nunca había tenido fiebre tan alta.
-Voy ya mismo a tu casa.
-Ni se te ocurra faltar a clases! Además, necesito que alguien me pase las notas y apuntes mas tarde.
-Esta bien, pero apenas termine el horario escolar voy para tu casa.
-Si no hay mas remedio -dijo, derrotada mientras suspiraba.
En ese momento toco el timbre.
-Escuche el timbre. Vete a clases. Chao.
-Chao, Becca. Te cuidas mucho.
-Si papa. Y colgó. Pero antes de que lo hiciera escuche que decía: ''Zachary! Digo, Zac, que haces aquí?''
Quien seria Zachary? Y por que se la escucho tan contenta cuando dijo eso?
Esas dos preguntas me estuvieron rondando en la cabeza toda la mañana, hasta el almuerzo.
-Hoy te escuche hablar con Rebecca por teléfono, sabes por que no vino? -dijo esa voz que yo odiaba tanto.
-No te importa -le conteste bruscamente. No estaba de ánimos para fingir ser amable.
-Vamos Hoffman, se que no te caigo bien, pero por lo menos dime lo que le paso.
-Primero de todo: FELICITACIONES! Acertaste! Y después, por que te importa tanto lo que le pasa a Becca?
En ese momento me senté en una de las mesas del comedor, y el hizo lo mismo en la misma que yo. Vaya, como lo odiaba.
-Estoy mas que seguro que ella te contó todo, así que no me voy a andar con jueguitos de ninguna clase: me gusta. Por eso me importa.
Estaba furioso, tratando de controlar el impulso de chocar mi puño lo mas fuerte posible en su linda carita.
-Rodriguez, dejame en paz.
-Se que te gusta ella, Hoffman. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta.
Cogí mi bandeja y me fui. No iba a tolerarlo mas.
Tire la comida en al basura y fui hasta mi casillero para coger mi mochila e irme a su casa.

jueves, 29 de octubre de 2009

Enferma.

No quería levantarme. Tenia muchisimo sueño.
-Rebecca Friedman! Te he dicho que te levantes!
Yo solo me di al vuelta. Me dolía muchisimo la cabeza.
-Llegaras tarde al colegio! -volvió a gritar mamá.
No podía abrir mis ojos, era como si los tuviera sellados. Los párpados me pesaban demasiado como para levantarlos.
-Mejor voy a buscar un jarro con agua...
En cuanto dijo eso mis ojos se abrieron inmediatamente.
-NO! Ya estoy despierta!
-Jaja, siempre funciona.
-Me duele la cabeza.
Se quedo viéndome con esa mirada calculadora que todas las madres usan cuando tratan de averiguar algo sin que se lo digas.
-Te duele algo más?
Demore unos segundos en responder eso.
-Ahora que lo mencionas, también me duele la garganta.
Salio de mi habitación muy rápido y antes de que pudiera preguntarle a donde había ido ya estaba de regreso.
-Ten, pruebate la temperatura.
Después de un rato con el termómetro puesto me lo saco.
-Mmm... -murmuro mirando el termómetro-, no iras al colegio.
-Por que? -trate de parecer triste por el echo de faltar a clases, pero al verdad no había nada que me apeteciera más hacer en estos momentos.
-Por que tienes 38.5, por eso.
-Wow, nunca había tenida fiebre tan alta -dije con los ojos abiertos.
-Lo se, por eso me preocupa.
En ese momento me acorde de algo: tenia que llamar a papa y decirle que no me viniera a buscar, que no iba a ir al colegio.
-Tengo que llamar a papa.
-Para?
-Para avisarle que no me pase a buscar, que no voy a ir a clases.
Cogí mi móvil y marque.
-Diga?
-Papa, soy yo, Becca.
-Mi niña! Que pasa?
-No me vengas a buscar.
-Que?, por que?
-Estoy con fiebre.
-Que lastima, bueno. Que te mejores.
-Gracias.
-Te quiero mucho, chao.
Y colgué.
Todo el día sola por delante, fantástico.

domingo, 18 de octubre de 2009

Zachary, el chico de pocos recursos.

Como no tenia hambre no comí nada, pero sabia que si mama mañana veía que no había cenado nada se iba a poner histérica, así que agarre mi cena y se la di a un hombre de pocos recursos que pasaba por ahí.
-Gracias -dijo el, con voz ronca y grave. Cuando levanto el rostro para sonreirme me quede sin aliento. Era un chico de unos 15 años, muy guapo. Tenia unos ojos negros como la noche, pero muy brillantes, como si esa noche estuviera repleta de estrellas. Tenia la nariz no muy grande y recta, pero no lo suficiente mente chica para parecer desproporcionado. Sus labios eran levemente rojos y muy carnosos. Tenia una sonrisa preciosa.
Nunca había visto algo así.
-No me lo agradezcas. Es un placer.
-Como te llamas? -pregunto, mientras se sentaba en el borde de la acera para empezar a comer el pedazo de tarta de verduras que le había dado.
-Rebecca, y tu?
-Zachary, pero puedes decirme Zac -y volvió a darme esa indescriptible sonrisa-, por que no te sientas.?
-Seguro, Zac.
Se comió la tarta en menos tiempo de lo que hubiera podido imaginar. Ni siquiera Steph comía así de rápido, y miren que ganarle a Steph es difícil...
-Te gusto eso?
-Es lo mejor que he probado en mi vida.
-Espera aquí, no te muevas.
Antes de que me pudiera responder entre en casa y fui directo a la cocina. Una vez allí abrí la despensa y agarre un paquete de galletas saladas, otro de dulces, un gran pedazo de queso, y por ultimo agarre otro pedazo de tarta muy grande.
Salí corriendo hasta donde estaba el y no se había movido, peor miraba las estrellas, pensativo.
-Ten -le dije, y se sobresalto al oírme, estaría muy absorto en sus pensamientos.
-Wow! Todo esto es para mi?
-Claro, si lo quieres... -le conteste con una gran sonrisa.
-Muchísimas gracias, enserio. No sabes cuanto te lo agradezco. Hace cuatro días que no como nada.
-Si mi mama se enterara de que no comiste por cuatro días pone el grito en el cielo- me reí.
-Por que?
-Haber como te lo explico... No se si te habrás dado cuenta, pero soy bastante mas delgada de lo normal.
-Ahora que lo mencionas, eres demasiado delgada. No tienes problemas de salud? No tienes pinta de llegar a los 40kg.
-Ninguno, y tienes razón, no llego a los 40kg. Peso 36kg. Pero bueno, en fin. No como mucho, por ejemplo, el pedazo de tarta que te di al principio era mi supuesta cena, y como no tengo hambre no me lo comí. Y si mama se entera de que no cene va a enloquecer. Así que salí a ver si se lo podía dar a alguien o algo. Y te lo di a ti.
-Pero no comes?
-Algo si, pero no me puedo terminar un emparedado, siempre le doy lo que sobra a Steph.
-Quien es Steph?
-Mi mejor amigo, no vive muy lejos. Si quieres algún día te lo puedo presentar.
-Algún día... Cuantos años tienes?
-13, me falta poco para cumplir 14. Y tu, cuantos años tienes?
-!4, me falta poco para cumplir 15 -me imito.
-Cuando los cumples?
-Dentro de tres semanas, y tu?
-Igual, cuando?
-El 22.
-Enserio?! Cumples el mismo día que yo!
-No conocía a nadie que hubiera nacido el mismo día que mi.
-Se dice yo -le corregí con una amable sonrisa. No quería que me tomara por una chica mandona y correcto. Por que si hay algo que no soy es eso.
-Eh! Entonces deja me decirlo de nuevo: No conocía a nadie que hubiera nacido el mismo día que yo.
-Muy bien. Sabes leer?
-No, y tampoco escribir -dijo esto con la cabeza gacha, como si estuviera avergonzado.
-Te gustaría que te enseñe?
-Lo harías? -pregunto esperanzado, con la sonrisa mas bonita que había visto en mi vida.
-Si tu quieres...
-De nuevo: GRACIAS! MUCHÍSIMAS GRACIAS! -dijo mientras me abrazaba.
Me quede congelada, no sabia que hacer. Pero su abrazo fue tan cálido que se lo devolví.
-Deja de agradecerme, me gusta hacer feliz a los demás.
Mire el reloj, eran las 23:45, tenia que entrar e irme a dormir. Si no mañana no me podría levantar.
-Sera mejor que entre. Mañana tengo colegio.
-Vas al colegio?
-Si, tu no?
-Ya me gustaría a mi ir al colegio...
-Mañana en al noche, como a las 21:30, estaré esperándote con mas comida. Vendrás no?
-Si tu quieres... -y me reí al darme cuenta de que me estaba copiando.
Tenia un gorro de lana rojo oscuro en su cabeza, y se lo saco en señal de despedida, como en las viejas películas.
El color de su pelo era muy extraño: era rubio, practica mente blanco. Igual que Steph, a diferencia de que el de Zac tenia un color mas amarillento.
-Bueno, que descances -le dije.
-Igual.
Entre en casa y me fui directo a mi cuarto a ponerme en pijama. Después me metí en al cama, pero no me podía dormir.
Pensaba en Zachary, en el echo de que yo nunca había tenido amigos, y en menos de un día me había hecho uno nuevo. Y muy lindo y agradable, tenia que admitir.

sábado, 17 de octubre de 2009

Regalos! y la nota.

-Mira, en estas dos valijas solo hay regalos para ti -dijo Amelia, señalándolas con la mano-, puedes empezar por la que quieras.
-Dos valijas? Solo para mi? Es un chiste?
Me quede mirando a Amelia con los ojos abiertos, no lo podía creer. Hasta el momento no me había dado cuenta de que vestía como secretaria: vestido negro hasta la rodilla, con un blaizer negro también, tacones negros y la típica cadena con un dije. Usaba negro, me gustaba :)
-No, empieza con la que quieras -repitió, con una amable sonrisa en el rostro.
Empecé por la maleta más pequeña. Cuando al abrí no podía creer lo que tenia dentro:
-Un ipod?! Una nueva notebook?! Tres pares de Converse nuevos?!
-Te dije que le gustarían -le susurro ella a el.
-Gracias!
Fui corriendo hacia donde estaban y los abracé a los dos muy fuerte.
-De nada, pequeña. Ahora abre la otra!
-Es demasiado, no tenían por que...
-Que la abras! -dijeron los dos al unisono.
-Ya, ya! No me presionen!
Abrí la segunda valija que era un poco mas grande que al anterior.
-Cuanta ropa! Y es toda negra!!!!!
-La elegí yo, ya que tuvimos un pequeño problema con lo que eligió tu padre. Espero que te guste -me dijo ella.
-Puedo decirte Amy? A-M-E-L-I-A es muy largo.
-De hecho iba a pedirte que lo hicieras, pero me ganaste de mano. Claro que si.
Empecé a ver la ropa, de verdad era preciosa. De repente saque algo blanco y rojo, que parecía ser una remera, pero le faltaba el agujero para la cabeza.
-Que es esto?
-Es lo que tu padre escogió para ti -dijo Amy, partiéndose de la risa.
-Que se supone que es?
-Es un pantalón, esos que se usan con el tiro por la rodilla. Te gusta el rojo y el blanco, verdad? -esta vez fue papa quien hablo.
-Por supuesto, me encanta -mentí. Y se la creyó.
Después de que me pasara la impresión por eso que había elegido papa, seguí viendo la ropa.
Cuando termine, empecé a charlar con ellos. No me había equivocado: Amy era una persona de lo mas encantadora, y muy graciosa.
Ya eran las 8:45, y mama me había dicho que estuviera en casa las 9:00, así que me levante y les dije:
-Tengo que irme, muchas gracias por todo. Enserio. No tenían que hacerlo.
-Es un placer. A propósito, mañana tienes colegio, no? -pregunto papa.
-Si, pero pasado no.
-Por que no?
-Por que mañana es viernes.
-Cierto, te acompañare hasta el colegio y te iré a buscar también.
-No es necesario, esta solo a unas cuantas cuadras.
-Quiero hacerlo.
-Ok. Un pregunta, por chat me dijiste que legaban a las 18:30, por que mama me dijo al día siguiente que llegaban a las 11:30?
-Me confundí de horarios, a las 18:30 era el viaje que cancele. Me transpapele, eso es todo.
-Ahh. Bueno, hasta mañana.
Le di un beso en al mejilla a cada uno y me fui, sin que antes Amelia me dijera que me llevara las valijas, y eso hice.
Cuando llegue a casa vi que mama estaba dormida en el sofá, así que me fui directo a mi cuarto.
Cuando llegue vi que había una nota sobre mi almohada. Decía:
Beba:
Tengo mucho sueño, así que lo mas probable es que cuando llegues este dormida. Te dejo esta nota para que sepas algunas cosas:
1) Te deje la cena dentro del horno.
2) Te llamo Steph, varias veces. Te recomiendo llamarlo cuanto antes, en menos de 1 hora llamo 4 veces.
3) Te llamo un chico llamado Ausitn Rodriguez. Dijo que lo llames cuando puedas.
4) Te quiero muchisimo.
Que querría Austin, y Steph? Por que había estado tan insistente?

viernes, 16 de octubre de 2009

Apellidos.

-Papá!
Corrí hasta el y lo abrazo muy fuerte por la cintura; era muy alto.
-Mi niña! Cuanto has crecido! Como estas? -se notaba lo feliz que estaba, me sonrió y yo le correspondí la sonrisa.
-Estoy muy bien, y ahora más por que estas aquí!
-Me alegro mucho. Becca, esta es Amelia, mi mujer.
-Hola -le sonreí después de darle un beso en la mejilla.
-Tu padre no exageraba al decir lo bonita que eras.
Me sonroje levemente cuando dijo eso, y a continuación apareció mi mamá.
-Hola Luka, Amelia -saludo con una inclinación de la cabeza.
-Laura... No has cambiado nada.
-Eso es un cumplido?
Mi padre no le presto atención, pero eso no me importo. Estaba muuuuuy contenta de que estuviera aquí.
Ellos se iban a quedar en un hotel muy lindo cerca de mi casa, y ya había un taxi esperándolos cuando llegamos al estacionamiento del aeropuerto.
-Tu mamá te llevara al hotel una vez que nos hallamos instalado... -se quedo pensando unos momentos-, eso seria en... media hora, te parece bien?
-Super!
Salte al interior del auto con Laura, y la vuelta fue igual que la ida: en silencio.
Empezaba a sentirme un poco incomoda, y notaba que ella también, por lo que pregunte:
-Mamá, te ocurre algo?
-En absoluto, solo es que se me hace raro tener a tu padre de vuelta.
-Ah, esta bien. Te puedo preguntar una cosa?
-Lo que quieras.
-Si te divorciaste de papá, por que sigues usando su apellido?
-No lo uso, capaz que te crees que me llamo Laura Friedman, pero para todas las personas soy Laura Hoffman.
El resto del viaje fue en silencio.
Cuando llegamos a casa yo ya me quería ir al hotel. Después de media hora de atomizar a mi madre recibimos al llamada de papá, diciendo que ya podía ir.
-Puedo ir caminando? Esta a cinco cuadras... -puse mi cara de cachorrito, que como bien ya se, nunca falla.
-Esta bien, pero quiero que vuelvas antes de las 9:00pm.
-Ok! -dije mientras salia.
Practica mente corrí hasta el hotel.
Como vi que era uno muy elegante trate de arreglar mi imagen, aplastando me un poco el cabello -que se había alborotado con la corrida-, arreglando un poco mi ropas y eso.
Una vez adentro me quede con la boca abierta: la recepción era enorme. Tenia una alfombra bordo cubriendo todo el piso, las paredes estaban revestidas en paneles de madera no muy clara y había un mostrador contra la pared del fondo.
Me acerque y pregunte:
-La habitación del Sr. y Sra. Friedman?
-801.
-Gracias.
Subí en el ascensor hasta el piso 8, una vez allí di tres golpes secos en la puerta que tenia el numero 801 en bronce.
-Rebecca! Ya llegaste!
-Si, cuanto me alegro de que estés aquí!
-Yo también querida, yo también.
Nos quedamos un rato mirándonos a los ojos hasta que Amelia interrumpió nuestro cómodo silencio. En esa mirada nos dijimos tantas cosas que nunca llegarían a salir de nuestros labios...
-Luka, por que no le muestras las cosas que le trajimos?
Yo la mire incrédula.
-Me trajeron algo? Por que?
-Te traje regalos por que te quiero mucho! -exclamo Luka como si no viera la obvie dad de la situación.
-Ehh... bueno... Gracias, no tenían por que.
-Es un placer.
-Ven que te los voy a mostrar -dijo Amelia mientras me cogía de la mano y me llevaba hasta dos valijas que estaban sobre la cama. Esta mujer me caía muy bien.

viernes, 9 de octubre de 2009

Llegaron!!

Mañana seria un día muy emocionante...
Me levante muy temprano, mas de lo normal, hoy era uno de los días mas felices de mi vida!
Me fui a dar una ducha, y me demore como 20 minutos. Después fui hacia donde mi guardarropas se encontraba y me puse una remera gris con puntitos negro, mis vaqueros negros, un jersey negro y, obviamente, mis converse negras. Me cepille el pelo mojado y me lo deje suelto. A esta altura había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que me lo había cortado que ya me llegaba a la mitad de la espalda; estaba largo, seguro que mi padre me comentaba eso, ya que la ultima vez que me vio lo tenia por los hombros.
Fui a la cocina a desayunar, pero era tal la emoción que solo me comí 2 galletas. Y como no tenia nada que hacer, en el chat no habría nadie conectado y si levanto a mama me mata, ya que son las 6:15am, así que fui a ver la tele, pero como no había nada''potable'' para ver, la apague y camine hacia mi habitación para leer un rato, hace mucho que había empezado El Conde de Montecristo, y nunca lo había terminado. Como era la versión simplifica da, por que la completa tenia como 900 paginas, lo termine alrededor de las 8:00am.
Decidí que era hora de despertar a mama:
-MAMÁ! DESPIERTA!!!
-Que pasa? -pregunto, muy sobresaltada.
-Son las 8, papa llega en tres horas!
-3 HORAS! Podrías haberme despertado cuando faltaran una, o una y media. Por que sos tan impaciente?
-Por que soy así -y le saque la lengua en señal de burla, y ella no lo pudo evitar y me sonrió.
-Que haces todavía en la cama? Tendrías que estar vistiéndote!
-Ya voy, señora! -dijo haciendo el típico gesto militar.
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Estábamos las dos en el auto, prontas para ir al aeropuerto.
Laura arranco el auto(u BMW azul oscuro, realmente lindo) y fuimos en silencio todo el viaje. Se notaba lo tensa que estaba.
Cuando por fin llegamos yo salte del auto y fui corriendo hacia donde los aviones aterrizaban.
Tenia que esperar atrás de una barandilla, pero no me importo, pronto vería a mi papa.
De repente veo a un hombre alto y muy pálido, de pelo rubio, casi blanco y unos ojos de un azul imposible, acompañado por una mujer delgada, no muy alta, con ojos marrones y pelo castaño; era muy linda.
-Papa!

miércoles, 7 de octubre de 2009

Es enserio? Jajaja

-Ah, si! Es que...
Se notaba que estaba nervioso, solo le faltaba ponerse a sudar.
-Austin, por que estas tan nervioso?
Me senté en el sillón y le hice señas para que me imitara, y así lo hizo.
-Bueno, veras... Yo quiero saber una cosa, y esa cosa que quiero saber me a estado torturando desde que te hable.
-Y esa cosa es...
Me miro a los ojos fijamente, y al oír lo siguiente que dijo no pude evitar la carcajada.
-Tu... crees que... hay algo entre... Steph y... yo? -pude decir mientras me partía de la risa.
-Que es tan gracioso?
-Nada, solo es que Steph y yo nos conocemos desde muy chiquitos, es como el hermano que nunca tuve.
-Ah... -suspiro; parecía aliviado.
-Era eso lo que querías saber?
Me miro y asintió. Después me hizo una pregunta nada que ver con la anterior, por suerte.
-Oye, donde sacaste el pantalón del pijama que tenias puesto la vez pasada, en el hospital? No es normal encontrar esas cosas en la calle.
-El que tenia calaveras negras? -asintió- Mi tía, una que vive en Londres, es diseñadora de modas, y entonces consigue toda clase de telas y prendas raras, y cuando lo vio me lo compro y me lo mando por correo junto a una carta muy larga.
-Okay, sera mejor que me vaya, mi madre no sabe que estoy aquí.
-Te escapaste?
-Si -y después sonrió picara mente.
-En ese caso, adiós -dije mientras abría la puerta.
-Cualquiera diría que me estas echando -dijo el mientras salia.
Yo resople lo bastante alto para que me oyera, y entro a su casa, que estaba del otro lado de la calle.
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Los días pasaban y cada vez faltaba menos para que llegara mi papa. Estaba mas que emocionada.
-Rebecca, mañana llega tu papa, no? -pregunto Steph mientras salíamos del colegio.
-Si, mañana no vendré.
-Por?
-Llega a las 11:30am, y lo iré a recibir al aeropuerto y todo.
-Mandale saludos de mi parte.
-Esta bien, chau.
Me fui caminando sola hasta mi casa, ya que Steph tenia practica de fútbol.
-Hola Beba! -grito mi mama desde la cocina al oírme entrar.
-Hola mama -dije mientras me sentaba en una silla en la cocina.
-Beba... Cuantas veces te dije que no dejes tirada al mochila en el piso? -me pregunto-regaño mientras la recogía- Que llevas aquí dentro? Piedras?
-No mama, libros.
Después de comer una manzana subí a mi habitación: tenia que hacer algo para mi papa.
Estuve toda la tarde haciéndole un cartel a mi papa del que se podía leer ''¡BIENVENIDO!''. No era muy grande, no quería llamar la atención cuando se lo diera en el aeropuerto.
Entre papeles se paso la tarde, por lo que me sorprendí cuando mi madre me llamo para cenar.
Después de comerme la mitad de mi plato(carne con verduras), me fui a dormir.
Mañana seria un día muy emocionante...

domingo, 4 de octubre de 2009

Una noticia incluso MEJOR

-Hasta el lunes, adiós.
Dijo eso y corto.
Después de saltar, aplaudir y festejar un rato mas cenamos y me fui a dormir, mañana era domingo. Tenia un día libre por delante, cuantas cosas iba a hacer.

A la mañana siguiente me desperté y lo primero que me vino a la cabeza fue lo que me paso anoche. De nuevo esa felicidad imposible de describir me invadió por dentro.
Salte de la cama y fui a desayunar. Mama todavía no se había despertado, así que trate de hacer el menos ruido posible mientras me servía un vaso de jugo de naranja.
Fui con mi jugo a mi habitación y prendí mi notebook. Abrí el chat y estaba mi papa conectado!, además de Steph, Austin, mis 2 tías y mis 3 primos.
Luka: Becca! Por que te fuiste tan de repente ayer por la noche?
Rebecca: Nada, no te preocupes. Unas cosas que tenia que hablar con mama.
Luka: Ahh, esta bien. No te emociona que vallamos para allá?
Rebecca: Muchisimo! Estoy muy feliz :D!
Luka: Que suerte. Le puedes decir una cosa a tu madre de mi parte?
Rebecca: Por supuesto, que es lo que le tengo que decir?
Luka: Dile que en vez de ir dentro de 3 semanas estaremos ahí en 4 días, pero que nos quedaremos hasta el día que habíamos dicho antes.
Rebecca: Enserio? Vendrás antes?
Luka: No aguantaba esperar 3 semanas, era demasiado. Así que cambie los pasajes de ida!
Rebecca: Entonces, si hoy es domingo, llegas el jueves?
Luka: Llegaremos el jueves a las 18:30, para ser exactos. O al menos eso es lo que nos dijeron...
Rebecca: Que suerte! Te podre ver antes! Bueno, te tengo que dejar por que están llamando a la puerta. Adiós!
Y me desconecte antes de que pudiera contestar. Me puse un buzo que tenia colgando del respaldo de la silla y fui corriendo a abrir la puerta.
-Hola, te desperté?
-Para nada, estoy despierta hace media hora.
-Entonces eres una madrugadora, como yo -y sonrió con esa sonrisa suya que antes me dejaba sin aliento.
-Quieres pasar, Austin?
-Seguro, hay algo que quiero hablar contigo.
Trate de que no se mostrara lo incomoda que estaba.
-Ese buzo que tienes puesto no te queda un poco grande? -lo había conseguido.
-Ni siquiera se que buzo tengo puesto -baje la mirada para averiguarlo... y era el GAP de Steph, con razón me había dicho que me quedaba un poco grande, me quedaba inmenso-, es de Steph, ayer lo debió haber dejado colgado de la silla y se lo olvido, y ahora yo me lo acabo de poner.
-Ahh, okay.
-Bueno... de que me querías hablar?
-Ah, si! Es que...

jueves, 1 de octubre de 2009

La mejor de las noticias.

Cuando entramos en la habitacion...
-Beba! Por fin llegas, ya nos vamos.
-Mama! Ya? Enserio? -pregunte yo, muy exaltada por la noticia.
-Seguro. Steph, vienes con nosotras?, ayudarias muchisimo.
Yo mire a Steph suplicante, no me apetecia nada estar en casa sola, lo mas probable es que Laura se fuera a dormir una siesta, y eso era estar sola.
-Ehh... claro. Mientras eso ayude.
Cogimos todo lo nuestro que habia en la habitacion y mama me hizo chequear 2 veces a ver si no nos olvidabamos de nada. Nos vino a buscar un taxi. Laura se sento adelante, asi le podia dar las instrucciones de como llegar al conductor, y Steph y yo atras. Estuvimos hablando de cosas sin importancia y riendonos todo el >>viaje<<.
Cuando llegamos a casa ayudamos a mama a dejar sus cosas en su cuarto y después nos fuimos a la mía. Al llegar lo primero que hice fue mirar por la ventana: se veía perfecta mente bien la ventana de lo que seria el cuarto de Austin, en el edificio de ladrillos rojos.
-Que miras? -me pregunto Steph.
-Nada, solo que... Bien, quieres que te cuente la historia entera?
-Tengo tiempo de sobra.
Y le conté todo...
-Así que Rodriguez te observaba -dijo pensativo.
-Así parece...
-Ese chico es extraño.
Y seguimos hablando toda la tarde, hasta que Eva, la mama de Steph, lo llamo al móvil diciendo que tenia que volver.
Después de despedirme abrí y prendí mi notebook, y me conecte al chat.
Mi papa fue el primero en ''hablarme'':
Luka: Rebecca, hija mía! Como estas?
Rebecca: Hola papa! Muy bien, y tu?
Luka: De maravilla, ya te contó tu madre la noticia?
Rebecca: Que noticia?
Luka: Que voy a ir para allá a visitarte con Amelia! No es maravilloso?!
Rebecca: De lo mas!! Me tengo que ir, adiós.
Luka: Okay, besos y te quiero.
Rebecca: Igual.
Cerré todo y fui corriendo hacia donde estaba Laura.
-Mama! -estaba en su cama, durmiendo, como había predicho- Despierta!
-Que? Que?
-Por que no me dijiste que venia papa a visitarme?
-Ah, eso -su rostro se ensombreció de repente.
-Si, eso. Que te ocurre?
-Nada, ven.
Me cogió de la mano y me llevo hasta la sala de estar, unan vez allí me sentó en el sofá y ella hizo lo mismo.
-Vendrán para tu cumpleaños, dentro de 3 semanas.
-Enserio? Voy a poder pasar mi cumpleaños con papa? -estaba muy feliz, hace mas de 2 años que no veía a mi padre. Era la mejor de las noticias.
-Si, con Amelia.
Yo ya me había parado del sofá y estaba saltando de aquí para allá aplaudiendo, estaba super contenta.
-Tengo que llamar a Steph para contárselo!
Cogí el móvil y marque el numero de Steph.
-Hola, quien es?
-Soy yo, a que no sabes!?
-Que... Tranquila! Que pasa?
-Papa vendrá para mi cumpleaños! No es genial?
-Si, estoy muy feliz por ti.
-Gracias, bueno, buenas noches.
-Hasta el lunes, adiós.


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Se que la entrada es un poco corta pero tengo que irme!
Subiré entrada cuando pueda.
Besoosss, Becca.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Te lo dije...

Yo seguía arrastrando a Steph de aquí para allá. Así que lo solté.
-Frederika, me puede dar esos emparedados que comí el otro día?, eran muy buenos -le pregunte muy educada mente, eramos amigas, mas bien conocidas.
-Seguro, cuantos quieres?
-3, por favor.
-Ten -me dijo mientras me entregaba los paquetes.
Camine hasta una mesa para 2 y me senté, Steph por suerte capto el mensaje y me siguió. Se sentó en la silla que tenia en frente, nos separaba una mesa.
-Segura que son buenos? No tiene muy buena pinta -dijo mirando los emparedados con desprecio.
La verdad que no la tenían: era un emparedado envuelto en papel de nylon, todo apretado dentro de el. El pan era oscuro y el relleno no se veía.
-Si, ya se que no parecen apetitosos, pero cree me, son una delicia -le avise mientras le entregaba 2.
-Tu piensas quedar satisfecha con solo uno? -me pregunto con cara de incredulidad.
-Mas bien, al otro día solo me comí medio por que no podía mas.
-Tu comes demasiado poco; no es bueno para ti.
-Mi salud es mas que buena: no me enferme en todo el año pasado, a diferencia de ti, que cogiste pulmonía!
Me miro por un rato, mientras abría y cerraba la boca. Evidente mente no sabia que decir en su defensa.
-Esta bien, te concedo esa.
-Vamos, todavía no has probado bocado.
Entrecerró los ojos, volvió a mirar con desprecio a los emparedados y les dio un mordisco.
Sus ojos se abrieron desmesurada mente y empezó a comer con mas avidez.
-Esto esta buenisimo! -consiguió decir mientras masticaba.
-Te lo dije -le recordé mientras empezaba a comer el mio.
No había dado 2 bocados que el ya se estaba comiendo el otro. Yo solo pude reírme.
Yo -como me había pasado al vez pasada- no me pude terminar el primero, por lo que le ofrecí lo que quedaba a Steph, y se lo acabo en 3 bocados.
-Voy a buscar algo de tomar, me estoy deshidratando.
Fui a buscar 2 botellas de agua lo mas rápido posible y cuando mire por la ventana que estaba al lado de nuestra mesa, note que estaba lloviendo a cantaros. Me extraño que no lo hubiera notado.
-Becca, puedo hacerte una pregunta?
-Vale.
-En mi camino para aquí me cruce con Rodri... Austin, solo que el no noto ni que yo estaba ahí ni que estaba molido a golpes, pero ese no es el punto. Estuvo aquí, no?
Yo solo asentí con mi cabeza. No estaba segura si contarle todo seria lo correcto.
-Puedo preguntar que hacia aquí y por que? -en su cara vi una irritación que no venia a cuento, al menos para mi.
-Vino a decirme algo.
-Que?
Suspire, tendría que decírselo:
-Dijo que estaba enamorado de mi -confesé entre dientes.
Al principio se quedo en blanco, sin hacer nada, pero de repente:
-Ja! Te lo dije, a que si! Te lo dije, te lo dije.
-Bueno, ya. Terminaste?
-Si, vamos.
Caminamos hasta la habitación de mi mama en silencio. El tenia su brazo sobre mi. Era tan bajita al lado de el.
Cuando entramos en la habitación...

sábado, 26 de septiembre de 2009

La Golpiza

-Steph! Por Dios! Que te paso?
Tenia el labio partido, obviamente sangrando y el ojo derecho todo morado; le habian dado una buena paliza.
Entro tambaleandose a la habitacion y se desplomo en el sillon de cuero sintetico, mi ''cama''. Cerro los ojos y dijo muy entrecortadamente:
-Estaba... muy cerca... de aqui... cuando unos... tipos de... pinta muuuuy... rara me... agarraron... y bueno... viendome sabes... el resto.
-Estas hecho una pena, voy a buscar algo para curarte, o por lo menos limpiarte. Que suerte que estamos en un hospital! -le dije mientras me daba la vuelta y fui hacia una especie de guardaropas donde guerdaban banditas, cremas y esas cosas.
Cogi algunas gasas, agua oxigenada y sinta para pegar las vendas.
-Estate quieto -le adverti-, de lo contrario te va a doler mas o vas a conseguir que te meta agua oxigenada en los ojos.
-Lo que usted diga, ma'm.
-No empecemos con el frances, por favor.
-Esta bien ma'm.
Lo mira fijamente y se disculpo, despues yo me rei y lo empece a curar. Me parecia rarisimo que Laura no se hubiera puesto a hacer preguntas, entonces cuando me di la vuelta a ver si le pasaba algo me di cuenta de que se habia quedado dormida viendo la tele, asi que no me preocupe en absoluto.
-Ya esta, pronto!
-Gracias.
Me miro con ojos tiernos, agradecidos. Yo me sente a su lado y le pregunte:
-Por que esos hombres te agarraron? Tenias algo? una mochila, venias hablando por celular?
-Tenia una mochila donde traia mi almuerzo y el tuyo. Ah, y venia escuchando musica por ese aparato que me dio mi padre para mi cumpleaños.
En ese momento su estomago crugio, y puso cara de disgusto al darse cuenta de que no tenia nada de comer que le gustara.
-Ven -le dije mientras lo cogia de la mano y lo levantaba-, descubri algo en al cafeteria el otro dia que de seguro te gusta.
Fuimos hacia la cafeteria y yo ya me habia echo amiga de la señora que te daba la coida. Era una mujer con los 50 bien cumplidos, gordita y llena de arrugas. Tenia el pelo blanco, llenos de canas con los ultimos mechones rubios de su ''ex-color'' y los ojos de un celeste apagado. Era muy graciosa.
-Rebecca! Hace rato que no te veia por aqui!
-Vine ayer Sra. Schneider -le recorde.
-Ya te dije que me llames Frederika.
-Como usted diga, Fredericka -le conteste, con una sonrisa.
Yo seguia arrastrando a Steph de aqui para alla. Asi que lo solte.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Yo contuve mi respiracion, y que pasaba si Steph habia acertado?
-Mira, yo... te lo dire rapido y no lo voy a repetir. Voy a ser muy directo, entiendes?
Asenti con la cabeza.
-Te acuerdas del primer dia de colegio, cuando nos conocimos?
Volvi a asentir con la cabeza.
-Bueno, yo habia llegado como hace un mes y medio, y aunque no te dieras cuenta, yo vivo en frente a tu casa, en el edificio hecho de ladrillos rojos...
-Vives en ese edificio?
-Si, pero espera que no termine. como te dije yo llegue un mes y medio antes de que empezaran las clases, y desde la ventana de mi habitacion se ve la de la tuya, y bueno, la verdad es que... -se puso rojo como un tomate- yo te miraba. Y cuando veia que Steph, que en ese entoces no lo conocia, entraba a tu habitacion y te abrazaba y eso, me ponia muy celoso, no tenia motivos para estarlo, ya que ni te conocia, pero deseaba estar en su lugar.
No lo podia creer, tenia la boca abierta y los ojos como platos.
-Aunque tu no me conocieras, yo sabia bastante de ti, po ejemplo, te encanta cantar y escuchas musica todo el dia. Tambien te gusta mucho dibujar y pintar, por cierto, era muy bonito el dibujo que hiciste de un campo con caballos. Se que siempre tienes que usar puesto algo negro, por que te encanta. No te gusta mucho tu cubre cama, por que siempre lo miras con despercio, en fin. Se mucho de ti.
-Y todo eso es por..? Ya se que me espiabas, pero igual no entiendo por que te parecia interesante. De interesante no tengo un pelo, y tampoco soy una belleza ni de cara ni de fisico, asi que... -deje la frase incompleta para que el la siguiera.
-Me estas tomando el pelo?!
-En absoluto, por?
-Eres la persona mas interesante que conoci en mi vida, y tus ojos, tu cara, es preciosa! Como dices esas cosa, ni idea...
Austin estab muy sorprendido por lo que acababa de decir, ahora que lo pensaba, capaz que si era bonita, lo que mas me gustaba de mi cara eran mis ojos.
-Y por que me dices todo esto?
-Te lo digo por que estyo enamorado de ti.
Eso si que no me lo esperaba, quede petrificada en el as literal de los sentidos.
-Rebecca, por favor, reacciona!
-Si si, perdona. Es que no me esperaba eso.
-Lo se, adios.
Se levanto y se fue. yo seguia dura en mi lugar. Despues de que me pasara la sorpresa me di cuenta de que mi mama se habia despertado.
-Mama! Como dormiste?
-Muy bien, y tu?
-Igual.
Estaba con un aspecto mucho mejor, estaba recuperada.
-Beba, quien era ese chico?
-Que tanto escuchaste? -le pregunte, nerviosa.
-Me desperte cuando toco la puerta.
Suspire, tendria que explicarselo.
-Se llama Austin Rodriguez y es un amigo del colegio.
-A mi me parece que quiere ser mas que tu amigo.
-Mama, no empieces...
Nos pusimos las dos a mirar la TV, estaban dando Two and a Half Men, que nos divierto mucho a las dos, pero decidi que era hora de vestirme, asi que me di un banio y me vesti: remera negra(obviamente) que tenia un corazon partido a la mitad en gris, jeans pitillo oscuros y mis converse negras. Despues me peine y me sujete el pelo con un broche que usaba siempre, me lo habia dado mi abuela. Era todo de bronce con muchas esmeraldas formando pequenios dibujos.
No pasaron mas de veinte minutos que habia terminado cuando tocan la puerta. cuando la abri...
-Steph! Por Dios! Que te paso?

Disculpasss..

Tratare de subir entradas lo mas seguido que pueda, pero estoy muy ocpuada con el cole y eso. Ademas sigue ese maldito virus y puedo conectarme muy de vez en cuando, 100000000000000000000 perdones chicass!! y chicos, por si las dudas, jajajjja.
Besitosss
Rebecca.

BUMM! Explosion.

Se me quedo mirando, fijamente, y yo no entendí por que.
Yo agarre las cosas que me había traído del colegio y empecé a hacer las tareas y trabajos, estuvimos un buen rato en silencio, hasta que...
-AH! NO PUEDE SER QUE NO TE DES CUENTA! -exploto Steph.
-Darme cuenta de que?
Nunca lo había visto tan fuera de si, no iba con el.
-TE... LO... DIRÉ... -dijo entrecortadamente, como si le faltara el aire-, Austin Rodriguez esta E-N-A-M-O-R-A-D-O de ti.
Dijo eso como si fuera una palabra muuuuy grosera, y además, Austin enamorado de mi? eso si que no tenia sentido. El si era lindo, pero yo, bueno, puede que fuera linda, pero para mi yo era una persona muy común de aspecto, es mas, no me consideraba yo misma una belleza.
-Pero tu tomaste algo o que?
-Yo no tome nada.
-Tampoco fumaste nada raro?
-Rebecca, por favor, tengo 13 años! y te estoy diciendo la verdad mas verdad de las verdades.
-Ya, basta con las verdades. Dejemos el tema.
Yo seguí con las tareas, en silencio, aunque no me pude concentrar en absoluto por que estaba desconcertada por lo que había dicho, perdón, gritado Steph.
-Sera mejor que me vaya a casa, nos vemos.
Y me abrazo, otra vez sentí ese no se que protector que sentía cuando el me abrazaba.
-Chau. Ah!, Steph, antes de que me olvide, gracias por traerme todas las cosas y por aguantarme toda la semana :) Mañana es sábado, así que no es necesario que vengas.
-Estas bromeando? Es un placer hacerlo, y no dudes que mañana voy a estar aquí, eso si, mucho mas temprano.
-No es necesario...
-Vendré antes de almorzar, y traeré comida para los dos, la de la cafetería de aquí es asquerosa. -me interrumpió.
No pude decir nada mas ni protestar por que ya se había ido.
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Me desperté muy temprano, eran como las 6:30am. Desde cuando yo me levantaba yo tan temprano? Nunca en mi vida lo hice. Tenia el presentimiento de que algo no iba a salir bien hoy, debe de haber sido por eso que me desperté. Esperaba que no fuera nada relacionado con mi mama.
Prendí la televison muy bajita, estaban dando Dr. House, y como tiene subtítulos pude bajar el volumen del todo.
Como alrededor de las 9:40am alguien toca la puerta, yo seguia en pijama (un pantalón blanco con claveras negras y una remera negra que era 3 veces mas grande que mi talla XD, amaba ese pijama. Ah, por si no lo mencione, soy media gótica.), pero no me importo y fui a abrirla, y a que no saben quien estaba del otro lado?
-Hola, perdón si te desperté.
-No, estoy despierta desde hace rato, que quieres? -pregunte lo mas fría que pude.
-Pasar, si no te molesta.
Me corrí y lo deje pasar.
-Te puedo decir una cosa, bueno, mas bien varias? -pregunto.
-Anda Austin, que mas da. Di lo que tengas que decir.
Me miro fijo a los ojos por un momento, y empezó:
-Primero que todo quiero disculparme por lo de ayer, no se que me paso, enserio.
-Seguro?
-Completamente. Ya ahora te voy a decir lo que te iba a decir ayer.
Yo contuve mi respiracion, y que pasaba si Steph había acertado?
-Mira, yo...

domingo, 16 de agosto de 2009

Desenamoradaa!! :O

-Becca, yo... Pero que diablos?!
-Ah, eres tu. -dijo Austin, con rabia.
-No, soy el que vive en la calle de en frente. -se burlo Steph.
Yo los miraba y no entendía las miradas de odio que se dirigían mutuamente.-Que haces aquí?! -le pregunto Austin, cono la voz mas alta de lo necesario, a Steph.
-Vengo a ver a Becca y a Laura, para traerle las cosas del colegio y asegurarme de que estén bien, aunque para eso están los médicos, pero ta. Y de paso les hago compañía.
-Ya están acompañadas, puedes dejarle a Rebecca sus cosas e irte.
Se seguían enviando miradas asesinas, y yo seguía tan confundida como al principio.
-Steph no se tiene que ir, se puede quedar si quiere. -le interrumpí.
-Rebecca -dijo, articulando cada letra de mi nombre como si fuera una sorda, para que le entendiera-, lo que tengo que contarte no te lo pienso decir frente a este. -dijo señalando a Steph con la barbilla.
-Primero, no le digas 'este', tiene nombre y es Steph. Segunda, por que?
-Por que no quiero.
Lo miraba -a Austin- con la boca abierta, nunca me lo había imaginado así. Mi impresión de el había sido la de un niño tranquilo, pacifico. Que nada lo alterara.
-Entonces mejor me voy. -dijo Steph caminando hacia la puerta.
-Espera afuera, cuando Austin termine quiero que te quedes conmigo por favor, si? -le dije, sin quitarle los ojos de encima a Austin con un enfado que no había sentido nunca.
-Lo que digas, Becca.
Se fue y nos quedamos solos, los dos mirándonos a los ojos fijamente. Yo con rabia, el con alivio.
Me alegraba por Austin que mi madre no se hubiera despertado por sus gritos, por que si no...
-Mira, hay algo muy importante que quiero decirte, pero...
-Pero que? -le pregunte.
-No creo que sea el mejor momento, además me doy cuenta de lo enfadada que estas conmigo.
-Llevas razón en las dos. -le dije, desafiaste.
Al principio, la primera vez que lo vi, me había enamorado de el, pero después de la escena que acababa de hacer solo por que apareció Steph, estaba segura de que el no era el chico para mi.
Austin se levanto de su silla y se fue. Cuando ya estaba fuera pude oírle decir a alguien: 'Ya puedes entrar, imbécil'.
Después de eso, Streph entro a la habitación, así que supuse que se lo había dicho a el.
-Ey! Loquilla, que te dijo Rodriguez?
-La verdad, nada. Bueno, nada que fuera coherente o con sentido.
-Me pregunto , por que reacciono así cuando aparecí. No me hizo sentir muy cómodo, y tampoco me gusto mucho.
-Y como a mi me fascino.. -dije, poniendo los ojos en blanco.
-Ahora que lo pienso..., creo que ya se lo que te iba a decir, te va a decir, pero no se cuando.
Enserio? Dime por favor.
Se me quedo mirando, fijamente, y yo no entendí por que.